¿Cómo hacer para que las fotos del móvil se vean profesionales? Guía completa sobre ángulos

Con la aparición de las redes sociales, las fotografías se han vuelto muy importantes. Compartir una imagen o una foto de composición perfecta puede ganar muchos likes e interacciones. Por lo mismo, saber cómo hacer una captura es un plus a la hora de exponer nuestro contenido en internet.
En este artículo te vamos a hablar de la importancia de las imágenes. También compartiremos los mejores trucos para mejorar tus fotos hechas desde el móvil.
La importancia de las imágenes
Que las redes sociales más activas sean aquellas en donde la imagen es el principal protagonista no es algo baladí. Esto tiene una raíz científica y tiene que ver con la increíble capacidad del cerebro para procesar este tipo de contenido.
Un estudio publicado en la prestigiosa revista Neuron demuestra que el ojo procesa las imágenes de forma muy parecida a como lo hacen las cámaras digitales. Esto indica que el organismo ha evolucionado para mejorar esta capacidad en función de su importancia. Hay que considerar, además, que la vista es uno de los principales sentidos y el que nos permite recoger más información del entorno.
Sin embargo, este sistema no sirve únicamente para saber lo que hay a nuestro alrededor. Es también un estímulo que alimenta la curiosidad. Algo que las redes sociales saben aprovechar para exprimir esa ventana de atención que el cerebro tiene de manera natural hacia las imágenes.
Este es un tema que ha sido tocado de manera profunda por Marcel Just, director del Centro de Imágenes Cerebrales Cognitivas de la Universidad Carnegie Mellon, en una entrevista concedida a la revista especializada Nieman Reports. En ella, Just expone la importancia que tienen las imágenes en la actividad cerebral. Tanto como para ponerla en una ubicación superior respecto al lenguaje escrito que, técnicamente, es una invención humana.
Algo que tiene sentido, considerando que el sentido de la vista comienza a funcionar en cuánto nacemos y se mantiene así de manera ininterrumpida a lo largo de toda la vida. Una situación distinta a la del lenguaje escrito que aparece en una época más tardía y que se ajusta a los parámetros sociales del entorno.
La vista es un sentido que se manifiesta de manera natural y sin importar la lengua que hablamos o escribimos. Por eso la conocida frase Una imagen vale mil palabras, tiene tanta importancia. Esto quiere decir que el impacto que una imagen puede tener en el cerebro es mucho más profundo, debido a que interactúa con un sentido que lleva siglos evolucionando en el ser humano y que se ha especializado en captar la información por esta vía.
Una buena imagen mejora las ventas
La importancia de las imágenes es algo muy estudiado en el ámbito del marketing. Algo que se sostiene en los estudios científicos que certifican que interactuar con uno de los sentidos más complejos y antiguos del ser humano es garantía de éxito, si se entienden las claves para llegar al cliente.
La agencia especializada Rockcontent comparte un interesante artículo en donde se explica la importancia que tienen las imágenes en las estrategias de conversión de clientes.
En el informe se recomienda ser visual en las redes sociales y aprovechar esa estrategia para generar contenido. Esto, porque las imágenes crean conexiones emocionales que apelan, además, a sensaciones agradables. Siempre y cuando usemos las imágenes y fotografías adecuadas.
De hecho, el impacto de la imagen puede superar con creces al contenido escrito que, dependiendo de lo que vendamos, puede transformarse en un problema más que en un beneficio.
La diferencia la podemos notar en productos o servicios en donde las prestaciones técnicas son bastante complejas. Si esto se explica de forma escrita, se corre el peligro de aburrir a las personas. Sin embargo, si utilizamos imágenes, fotografías o una infografía, la manera en que las personas reciben la información resulta mucho más atractiva e interesante. Mejorando así la tasa de conversión.
Fotografía en la era digital
Una vez que tenemos clara la importancia de las imágenes y la manera en que nuestro cerebro las procesa, podemos comprender el funcionamiento de la mayoría de las redes sociales y el modo en que el mundo gira en torno a este tipo de contenidos.
Aquí es donde entra en escena la fotografía y la manera en que esta ha pasado de reducidos espacios técnicos a la popularización de las fotos producto del auge de los dispositivos con cámara. Esto hace que la posibilidad de capturar momentos, sitios, o incluso hacer selfies, sea algo accesible y rápido de hacer.
Por lo mismo, si combinamos esto con la aparición de las redes sociales y el deseo de llamar la atención de otros mediante imágenes, tenemos el escenario perfecto para aprender algunos consejos importantes de fotografía.
Los ángulos en fotografía
Ya sea que seas un fotógrafo profesional o únicamente te dediques a subir fotos de tu vida diaria en Instagram, hay algunas nociones básicas de fotografía que debes conocer. Uno de ellos es el apartado de los ángulos. Algo que te ayudará a hacer capturas mucho más interesantes y que se adapten mucho mejor al escenario en el que estás. Los principales ángulos son:
Ángulo normal
Es el más tradicional de todos y consiste en tener la cámara en posición paralela al suelo y enfocando de manera directa a la persona, objeto o paisaje.
A pesar de ser un sistema bastante simple, es a la vez el que mejor reconocemos, ya que la captura de la imagen se presenta de la misma forma en que nuestros ojos podrían mirar a la persona, objeto o paisaje capturado. Esto ofrece un modo natural y perfectamente reconocible al cerebro ávido de consumir este tipo de contenido.
Este ángulo puede variar ligeramente si estamos de pie o nos agachamos para hacer la foto. El resultado puede ofrecer una perspectiva distinta, aunque la imagen que capturemos mantendrá el aspecto uniforme y siempre reconocible por el ojo.
Ángulo picado
Es un ángulo muy utilizado para hacer selfies. Esto, porque ofrece una perspectiva en donde aparecemos nosotros, pero también parte del entorno. Por cuestiones evidentes, podemos notar cierta distorsión en la perspectiva, viendo más grande lo que está cerca del sensor de la cámara, mientras lo que está más lejos aparece más pequeño y menos nítido.
Suele ser un ángulo que aporta una sensación dinámica y viva, por lo que resulta estimulante para el ojo humano.
Este recurso no es exclusivo de las selfies. También es empleado en fotografía profesional e incluso en el cine, para dar intensidad a escenarios en donde queremos resaltar el foco de atención con respecto al entorno. En muchos casos se percibe como un recurso moderno y sofisticado.
Ángulo Contrapicado
Es un ángulo que funciona de manera opuesta al picado. En este caso, la cámara se ubica debajo del objeto, persona o escenario que queremos capturar. Esto permite que el foco de atención aparezca más grande.
Este recurso se suele utilizar en fotografía profesional, marketing e incluso en el cine. De esta forma, personas pequeñas pueden verse mucho más grandes y expresar así una imagen de autoridad creada de manera artificial por el ángulo empleado al hacer la fotografía. Algo que también aplica a estructuras y edificios.
Ángulo Cenital
Es el más usado por drones y por aplicaciones de mapas. Consiste en poner la cámara en alto y completamente perpendicular al suelo.
Si en el picado tenemos una leve inclinación que ofrece una perspectiva distinta para lo que está cerca y lejos del foco, en el cenital tenemos una captura única en donde todo se ve plano, aunque claro, visto desde arriba.
A menudo este ángulo se emplea con funciones descriptivas, ya que muestra muchas cosas en una única fotografía, sin tener un foco de atención único. Suele ser habitual, también, para mostrar las proporciones de algo pequeño con respecto a algo más grande. Como, por ejemplo, la foto de una persona recostada en la playa.
Si en ángulo es cenital, la persona aparecerá pequeña en comparación al entorno que se verá mucho más amplio y extenso. Lo mismo si hacemos la captura en un bosque. El protagonismo lo tiene el escenario y la persona o elemento añadido funciona como un recurso para comparar tamaños.
Ángulo Nadir o Contrapicado extremo
Funciona de manera opuesta al Cenital. La cámara se ubica abajo y completamente perpendicular al suelo. Esto produce el efecto de pequeñez, dado que el foco de atención se distribuye en imágenes que aparecen más grandes en comparación al ángulo Nadir que posiciona al espectador en un abajo hipotético.
De esta forma, por ejemplo, si hacemos una foto de un bosque utilizando el ángulo Nadir, lo que obtenemos es una captura en donde todos los árboles aparecen inmensos, conectándose todos en un punto central que conecta con el cielo. La perspectiva del observador le hace sentir que está observando algo grandioso. No por nada, este ángulo también se usa para hacer fotos del cielo estrellado.
En otros casos, Nadir se emplea para capturas creativas para mostrar, por ejemplo, una perspectiva distinta de un edificio. De esta manera, funciona con un interés descriptivo para reconocer detalles arquitectónicos, diseño de terrazas o personas ubicadas en esas terrazas.
Ángulo Holandés
Con este ángulo la línea del horizonte se inclina de 25 a 45 grados para dar una sensación de inestabilidad a la escena capturada. Para ello, debemos girar la cámara para generar el efecto que también expresa algo dinámico.
Es un plano que se emplea mucho en cine, como recurso que produce tensión. En algunos casos, incluso, permite dirigir la mirada del espectador hacia un objetivo específico.
Debido a la percepción de algo dinámico, este ángulo se suele utilizar en fotografía de eventos deportivos, carreras de coche o motocicletas. También se puede usar para mostrar detalles arquitectónicos de manera poco habitual, otorgando a la composición una apariencia moderna y ágil.
Si se introducen personas en la fotografía con este ángulo, la percepción será de movimiento y, dependiendo del contexto de la imagen, terror o tensión.
¿Cómo mejorar la calidad de las fotos hechas con el móvil?
Además de aprovechar los ángulos para mejorar la calidad de las fotos, hay otros factores que hay que tener en consideración para hacer buenas capturas. Especialmente, si empleamos la cámara de nuestro teléfono. Los principales son:
Usar luz natural
Aunque no es una obligación, el uso de luz natural resulta extremadamente útil para hacer fotos. Además, es cómodo y nos evita llevar siempre un kit de luces.
Aquí es importante recordar que las cámaras de móvil no suelen trabajar de manera tan eficiente durante la noche. Por lo que es preferible aprovechar al máximo los horarios de luz natural.
No hay que olvidar, además, las reglas básicas. Como ubicar la cámara de espalda al sol para capturar el objetivo, persona o escena. Es esta forma evitamos la saturación producida por la luz.
También es fundamental cuidar los contrastes. Si estamos fotografiando un sitio que recibe luz y sombra a partes iguales, lo ideal es poner el objeto o a la persona más cerca de la luz, para evitar que la composición se vea difusa. Evitar, por ejemplo, que medio rostro aparezca en sombras, mientras que la otra mitad aparece muy iluminada. A menos, claro, que quieres dar ese efecto a propósito y como una licencia creativa.
Aprovechar la perspectiva
No es lo mismo hacer una fotografía de un edifico emblemático con ángulo normal y mostrando la fachada, que hacer una foto en perspectiva para mostrar el largo y alto de la estructura. Por lo mismo, si queremos destacar estructuras o mostrar la proporción de tamaño entre una persona y una cosa, nada mejor que aprovechar la perspectiva.
No por nada los fabricantes de móviles suelen integrar un sensor gran angular para exprimir al máximo las perspectivas.
Jugar con la simetría
Cuando haces fotos, la simetría es algo importante, pero no es una regla inamovible. Puedes jugar con ella para distorsionar la imagen o dar más protagonismo a determinadas cosas y personas que aparezcan en la composición. Para ello, únicamente tienes que mover el centro de atención de la foto y ubicarlo en los vértices o en cualquier otra parte que no sea el centro.
Aprovechar el macro
De la misma forma en que podemos aprovechar el gran angular del móvil para destacar las perspectivas, podemos usar el sensor macro para hacer fotos de cosas pequeñas y que queremos mostrar en detalle. En este caso, desenfocamos el fondo para que el objeto que queremos capturar aparezca nítido y en primer plano.
Evitar el Zoom digital
Puede ser un consejo un tanto extremista, pero es sabido que el Zoom digital no es amigo de la buena resolución.
Por lo mismo, si lo vamos a emplear para describir un objeto lejano, lo que conseguiremos será un conjunto de píxeles medianamente nítidos. En el mejor de los casos, podremos distinguir a la persona u objeto. Sin embargo, la calidad de la imagen será mucho más baja.
En este caso, es preferible usar los sistemas de Zoom óptico que ya vienen incluidos en algunos teléfonos de última generación como, por ejemplo, el Samsung Galaxy S22 Ultra o el Honor Magic 4 pro 5G.
Foto de Josh Power en Unsplash
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