Los auriculares son accesorios extremadamente cómodos que nos permiten oír nuestra música preferida en cualquier sitio. Sin embargo, el uso constante puede producir un desgaste natural en sus materiales. Por lo mismo, es importante limpiarlos de forma periódica para extender su vida útil.
Pero limpiar unos auriculares no es tan fácil como parece. Hay que poner atención a los materiales y a la técnica que usamos para dejarlos impecables. Esto, porque son artefactos que cuentan con pequeños circuitos eléctricos y cables que necesitan un cuidado especial.
En este artículo te explicamos cuál es la mejor manera de limpiar tus auriculares y los materiales más recomendados para ello.
Tipos de auriculares
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de limpiar unos auriculares es la diferencia que hay entre los distintos modelos que se ofrecen en el mercado. Las categorías principales son:
Auriculares de diadema
Son los auriculares clásicos y más reconocidos. Se apoyan en la cabeza con ayuda de una diadema ajustable. El material de la diadema puede variar de plástico a metal según el modelo que elijamos. La diadema habitualmente va forrada con esponja o algún material suave que produce una sensación más confortable después de varias horas de uso.
Este tipo de auriculares, a su vez, se subdividen en varias categorías dependiendo del diseño que tengan. Están los abiertos que dejan salir el sonido y los cerrados, con copas que aíslan completamente del ruido exterior.
Luego, en función del tamaño de las almohadillas, tenemos los circumaurales que se apoyan en la cabeza, tapando de paso las orejas. También tenemos los supraaurales, con almohadillas más pequeñas que se apoyan directamente en las orejas. La diferencia entre uno y otro es el nivel de aislamiento del ruido exterior.
Auriculares in ear
Estos son los auriculares pequeños que se suelen introducir directamente en el pabellón auditivo. Los hay con cable y también inalámbricos. Su gran baza es que pesan mucho menos que los de diadema y son extremadamente cómodos.
Dependiendo del modelo, pueden tener un ajuste mejor o peor en función del tamaño de las almohadillas, si es que las tienen. Esto, porque algunos modelos como los AirPods de primera generación no cuentan con este accesorio.
¿Cómo limpiar auriculares con diadema?
Los auriculares con diadema tienen características especiales que hay que tener en consideración a la hora de limpiarlos. No todos están hechos de los mismos materiales y, por lo mismo, no se pueden limpiar de la misma forma.
Por un lado, tenemos la diadema que puede ser de plástico o de metal y, por otro lado, tenemos las almohadillas que pueden ser de polipiel, cuero u otro material textil. Eso, además de las rejillas o salidas de micrófonos que pueden estar repartidas por el auricular.
Si las almohadillas son de tela lo ideal será utilizar un paño de microfibra humedecido con agua tibia y jabón. El paño apenas debe estar húmedo y la cantidad de jabón debe ser mínima. Si nos pasamos en la proporción, la tela podría absorber mucha más agua, haciendo más lento el proceso de secado.
Frotamos suavemente el paño de microfibra sobre la tela de las almohadillas, buscando quitar manchas si es que las hay. Para hacer el proceso más cómodo, podemos quitar las orejeras de los auriculares. Este procedimiento también sirve para almohadillas forradas en cuero o piel sintética.
Una vez que las almohadillas estén limpias las podemos poner a secar al aire, con un trozo de papel de cocina debajo de ellas para que este pueda absorber la humedad residual.
Limpiar la diadema
La diadema suele ser el componente más resistente, por lo que en ella podemos usar un paño de microfibra humedecido en alcohol sanitario para limpiar y además desinfectar. Se puede frotar un poco más fuerte si vemos manchas que se resisten. Eso sí, con cuidado en las zonas en donde está la marca del producto o algún otro logo importante.
¿Cómo limpiar auriculares gaming?
Los auriculares gaming están de moda y aunque parecen una novedad, siguen estando inspirados en los tradicionales auriculares con diadema. Por lo mismo habrá que tener las mismas consideraciones de limpieza que tenemos con estos para limpiarlos.
La única diferencia que podemos notar es que los auriculares para jugar suelen tener más accesorios, luces de colores e intersticios por donde la suciedad se puede colar.
Por lo mismo, además de utilizar un paño de microfibra humedecido en agua y jabón para limpiar las almohadillas, habrá que emplear bastoncillos de algodón con la misma mezcla para llegar a los rincones donde el paño no puede llegar. Como siempre, se recomienda desmontar las almohadillas para limpiar y completar el proceso de secado.
Para la diadema las instrucciones son las mismas, además de usar los bastoncillos de algodón para los rincones más inaccesibles. También habrá que tener cuidado si el modelo de auriculares tiene los cables expuestos. En ese caso, hay que procurar hacer la limpieza sin tirar de cables ni mucho menos conectores.
¿Cómo limpiar auriculares in ear?
Los auriculares in ear suelen ser mucho más delicados que los de diadema. Esto, por ser más pequeños y contar con pequeños agujeros que podrían acumular suciedad que, tarde o temprano, producirá problemas en el buen funcionamiento de los mismos.
También tienen circuitos más pequeños, por lo que su limpieza debe hacerse a conciencia y con mucho cuidado.
En este tipo de auriculares lo habitual es que la carcasa sea de material plástico resistente. Por lo mismo, para limpiarla podemos utilizar un paño de microfibra humedecido en alcohol sanitario. Los mismos con las gomas de los auriculares, si es que el modelo que hemos comprado las tiene.
También podemos usar una mezcla de agua y jabón, aunque lo más recomendable es el alcohol por su función desinfectante. Más, considerando que este tipo de auriculares están en contacto directo con el pabellón auditivo.
¿Cómo limpiar la cera de los auriculares?
Debido a que el diseño de estos auriculares se introduce directamente en la oreja, será normal que acumulen cera producida de forma natural por el organismo. Esta aparecerá especialmente en las rejillas de los drivers y en la zona que más en contacto está con el pabellón auditivo.
Para limpiar las rejillas y la salida de los drivers lo mejor es emplear un cepillo de cerdas blandas. Lo tenemos que pasar suavemente, pero en profundidad, procurando retirar los residuos de cera que puedan quedar.
Una vez que hayamos quitado la cera, podemos rematar utilizando un bastoncillo de algodón humedecido en alcohol sanitario para quitar los últimos residuos que queden alrededor de la salida de los drivers y las rejillas.
Es muy importante humedecer mínimamente el bastoncillo. Además, cuando limpiemos las rejillas hay que evitar presionar con demasiada fuerza, ya que si lo hacemos alguna gota de líquido podría entrar dentro de los auriculares, estropeando los circuitos internos.
También es fundamental elegir bastoncillos que no tengan pelos sueltos que podrían atascarse o quedar atrapados en la rejilla de los auriculares.
¿Y el estuche de carga?
Algunos modelos de auriculares in ear suelen venir con un estuche de carga incluido. En este caso, la limpieza de este debe tener las mismas consideraciones aplicadas cuando limpiamos la carcasa de los auriculares.
Las partes duras y de plástico se pueden limpiar con un paño humedecido en alcohol sanitario. En las zonas en donde hay ranuras, rejillas o pines de contacto lo mejor será usar un bastoncillo de algodón.
Siempre con cuidado y mimo, para evitar que el líquido entre dentro del producto. Más, considerando que el estuche de carga cuenta, también, con una serie de componentes delicados, siendo especialmente importantes el puerto de carga y la zona donde están los pines de contacto.
No usar secadores de pelo
Está estrictamente prohibido utilizar secadores de pelo para terminar el proceso de limpieza de los auriculares. Menos para secar las carcasas o estuches de carga.
Esto, porque la fuerza del aire expulsado puede estropear de manera grave circuitos y componentes delicados de los auriculares. Algo que aplica tanto a modelos con diadema como in ear e inalámbricos.
Foto de Daniel Romero en Unsplash