El Parlamento Europeo aprueba normas para impulsar el reciclaje y reparación de artefactos electrónicos
El Parlamento Europeo aprobó una serie de normas para combatir la obsolescencia programada. Las medidas buscan reforzar el derecho a reparar, además de incentivar la sostenibilidad.
Este es el inicio de una serie de medidas que se irán aplicando de forma gradual en los países miembros de la Unión Europea.
Qué es la obsolescencia programada
La obsolescencia programada es una estrategia de fabricación en donde el producto tiene un límite de duración impuesto por el propio fabricante. Para cumplir con la fecha de caducidad se utilizan materiales de baja calidad que garantizan el fallo en la fecha estimada. Esta estrategia no busca calidad y duración, sino mantener un flujo constante de ventas del producto.
Este sistema de fabricación no es bien visto por grupos y asociaciones alrededor del mundo. Primero, porque no está enfocada en la sostenibilidad y segundo, porque obliga a los consumidores a adquirir productos de baja calidad.
El Parlamento Europeo a favor del reciclaje y la reparación
El Parlamento Europeo, específicamente la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor (IMCO) creó un reporte enfocado en la fabricación basada en la sostenibilidad.
Este informe ha derivado en una serie de normas que cambiarán el panorama del mercado tecnológico. Obligando a los fabricantes a transparentar la fecha de caducidad de sus productos y ofrecer alternativas de reparación claras y eficientes. De esta forma, los productos fabricados a partir de la puesta en marcha de las normas, tendrán que contar con una puntuación específica que indicará el nivel de reparación que tienen.
La Unión Europea se remite a las encuestas para reforzar las nuevas medidas. Un 77% de los consumidores está dispuesto a reparar un producto antes de comprar uno nuevo. Por otro lado, prácticamente el 80% de los encuestados creen que las compañías deben reforzar sus servicios técnicos y hacerlos mucho más accesibles.
Otro de los argumentos fuertes para avanzar con las nuevas normas de reparación tiene que ver con la reducción de los desechos tecnológicos. Según la Oficina Internacional de Reciclaje, para el año 2025 se habrán generado a nivel mundial cerca de 53,9 millones de toneladas de chatarra electrónica. Algo que la UE quiere reducir con medidas de incentivo para el reciclaje y la reparación.
Las grandes compañías tecnológicas no han comentado nada al respecto. Sin embargo, vienen meses por delante en donde tendremos que estar atentos a sus reacciones y apoyo a las nuevas medidas adoptadas por el Parlamento Europeo.
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