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¿Qué proyector elegir? Todo lo que necesitas saber antes de comprar uno para el hogar

Proyector hogar - Celside Magazine

Si bien los televisores siguen siendo el dispositivo preferido para ver películas y series en casa, los proyectores se han vuelto populares debido a su tamaño y facilidad de uso. Sin embargo, hacerse con uno no es tan sencillo. Esto, porque hay varios tipos y funciones a las que hay que prestar atención para no fallar en la compra.

En el siguiente artículo te vamos a hablar de ellos y vamos a mencionar sus ventajas y desventajas. También te explicamos en qué hay que fijarse a la hora de adquirir uno de estos dispositivos.

¿Qué es un proyector?

Un proyector es un dispositivo que puede capturar la imagen de una fuente de vídeo y proyectar el contenido en superficies de todo tipo, incluyendo una pared.

Habitualmente, es empleado en el ámbito de empresas porque permite hacer presentaciones mucho más completas. Sin embargo, su uso se ha vuelto cada vez más popular y es utilizado por los amantes del cine que quieren ver películas en una superficie mucho más grande de la que puede permitir un televisor tradicional.

Para que un proyector pueda funcionar se requiere un reproductor de vídeo, una fuente de luz y un sistema de lentes que son los encargados de proyectar la imagen en las superficies seleccionadas. 

¿Cuántos tipos de proyectores hay?

Si nos fijamos en la tecnología de proyección empleada, podemos identificar tres categorías. Estas son:

Proyectores LCD

Son los más populares y a la vez los más antiguos. Emplean paneles de cristal líquido que filtran la luz para producir una amplia gama de colores naturales. Esto hace que puedan proyectar el material en vídeo con una buena calidad y en superficies bastante grandes como una pared.

Proyectores DLP

Los proyectores Digital Light Processing (DLP) usan un sistema basado en tecnología de reflexión. Para funcionar cuentan con un chip DMD (Digital Micromirror Device) que cuenta con muchos microespejos controlados de forma eléctrica para activarse y desactivarse. Esto permite que pueden reflejar la luz de manera variable para formar los píxeles que conforman la imagen final.

Aunque parece una tecnología moderna, en realidad no lo es. Fue creada a mediados de los años 80 por la compañía Texas Instruments. Inicialmente, se empleaba con fines industriales o médicos, aunque con el tiempo se fue decantando hacia un uso mucho más casero.

Dentro de los proyectores DLP existen otras subcategorías que se diferencian entre sí de acuerdo al sistema que emplean para reproducir los colores. Estas son:

Proyectores DLP de 1 chip

En este tipo de dispositivos hay una fuente de luz, un chip DMD y una rueda que gira y que contiene los colores básicos. Dependiendo del caso, la rueda puede tener 3 o más colores. Esto dependerá de la combinación de colores RGB y CMYK.

En este caso, la rueda gira de manera sincronizada mientras la luz la atraviesa. Esto produce que se identifiquen los colores que conforman la imagen. Luego, la luz que ha atravesado la rueda impacta en los microespejos que forman la imagen de acuerdo a los colores detectados.

Dado que la velocidad a la que gira la rueda y la activación del DMD sucede muy rápido, el ojo humano no percibe todos los cambios. Esto da a la imagen un aspecto de continuidad en donde no se perciben cortes ni saltos de ningún tipo.

Proyectores DLP de 3 chips

En este caso, la luz se divide en los colores básicos RGB. Sin embargo, hay tres chips que tratan de manera especial cada color. Hay uno para el rojo, otro para gestionar el verde y uno para trabajar con el azul.

Que el tratamiento del color sea tratado por un chip dedicado, permite que la calidad de la imagen sea mucho mejor. Por lo mismo, este tipo de proyectores suelen ser los más caros del mercado.

Proyectores LCoS

Los proyectores Liquid Crystal on Silicon (LCoS) son dispositivos que combinan la tecnología de los LCD y los DLP. 

Cuentan con elementos de cristal líquido y una superficie reflectante de Silicio. De esta forma, tenemos una fuente de luz que impacta en los cristales para luego reproducir los colores y los píxeles en la imagen final.

Esta tecnología permite poner los cristales mucho más cerca entre sí, lo que produce una imagen mucho más íntegra y completa en donde los píxeles resultan inapreciables. Otra ventaja de este sistema es que los cristales tienen una respuesta mucho más rápida al activarse y desactivarse, ofreciendo una imagen continua entre fotogramas, incluso en escenas de acción.

Al igual que sucede con los proyectores DLP, los LCoS también se subdividen en dos categorías: 1 chip y 3 chips. En este caso, los modelos de tres chips son siempre los más caros y, por lo mismo, los que producen una mejor calidad de imagen.

La fuente de luz es importante

Además del sistema de proyección, es importante echar un vistazo a la fuente de luz de los proyectores. Esto define la calidad de la imagen y también la durabilidad de las piezas integradas. Las tres fuentes de luz principales son:

LED

Los proyectores LED son quizá uno de los más antiguos y tradicionales. Fueron creados con el fin de aumentar la capacidad que las viejas lámparas no podían alcanzar. En este caso, la fuente de luz puede ofrecer entre 20.000 y 30.000 horas de vida útil. Garantizando así, un largo tiempo de uso sin necesidad de reemplazar la fuente de luz.

Láser

Los dispositivos con esta fuente de luz suelen ser más caros que los que cuentan con luz LED. Esto, porque ofrecen una vida útil bastante larga y una calidad de imagen en donde es posible percibir variedad de colores y una imagen con mucha más resolución.

Láser-LED 

Esta fuente de luz utiliza tecnología combinada de luz LED y láser, lo que permite acceder a proyectores de precio más contenido en comparación a los que incluyen una única fuente de luz láser. La calidad de imagen y la nitidez es bastante buena, por lo  que resulta una opción bastante atractiva para aquellos que no quieren dejarse una gran suma de dinero en uno de estos dispositivos.

Proyectores de tiro largo, corto y ultracorto

Algo que hay que tener presente a la hora de hacerse con un proyector, es la distancia a la que lo podemos de la superficie en donde vamos a proyectar la imagen.

Si está muy lejos, es probable que no nos ofrezca una buena calidad de imagen y no produzca la proporción de tamaño que buscamos. Si el proyector está muy cerca, puede que tengamos que poner el dispositivo muy pegado a la superficie de proyección, lo que puede ser un incordio si tenemos más muebles y objetos en la habitación o estancia en donde lo vamos a usar.

Este factor de distancia recibe el nombre de tiro y de acuerdo a él podemos encontrar tres categorías de proyector. Estas son:

Proyector de tiro largo (Long Throw)

Son proyectores que se deben ubicar a 2 metros o más de distancia de la superficie que en donde vamos a proyectar. El tamaño de pantalla que pueden alcanzar es 60 pulgadas o más, dependiendo del modelo.

Este tipo de dispositivos suelen instalarse en el techo y son habituales en entornos corporativos en donde las personas realizan presentaciones a clientes u otros compañeros de trabajo.

Utilizarlos en casa puede ser una complicación, si no tenemos estancias lo suficientemente grandes como para alcanzar la distancia de proyección necesaria. Por lo mismo, si se eligen para uso en el hogar, es importante preparar el lugar y asegurarnos que podemos alcanzar la distancia requerida para que el proyector pueda funcionar en condiciones.

Proyector de tiro corto (Short Throw)

Permiten generar imágenes desde una distancia más corta que los proyectores de tiro largo. Esto ayuda a reducir las sombras y el resplandor de la imagen. También son más cómodos de instalar y no requieren estancias considerablemente grandes o espaciosas.

La distancia a la que deben estar estos proyectores es menos de 2 metros y hasta 90 centímetros de la superficie a proyectar. Con esto pueden proyectar una pantalla de 90 pulgadas o más.

Proyector de tiro ultracorto (Ultra Short Throw)

Admiten distancia muy cortas y se pueden poner a menos de 1 metro de la superficie en donde vamos a hacer la proyección. Esto permite eliminar por completo las sombras, el brillo excesivo y los reflejos.

Ventajas y desventajas de los proyectores de tiro corto y ultracorto

Dando por hecho que los proyectores de tiro corto y ultracorto son los más indicados para el hogar, es importante revisar cuáles son sus ventajas y desventajas. Algo que nos permitirá tomar una decisión de compra informada y sabiendo lo que vamos a recibir.

Ventajas

Ofrecen una imagen de gran diagonal y no requieren un gran espacio para la instalación. De esta forma, si usamos una pared blanca para proyectar el contenido, será tan sencillo como poner el proyector casi pegado a la misma para hacer que funcione.

La mayoría de estos proyectores se han modernizado e incluyen varias lámparas de luz LED e incluso sistemas láser. Esto ofrece una imagen mucho más brillante, con la cual es posible percibir los colores de una manera realista y mucho más detallada. La duración de las lámparas también dura más, por lo que no es necesario hacer recambios de manera permanente.

Desventajas

Cómo son aparatos que trabajan a distancias muy cortas, no dejan mucho margen a cambiar su posición habitual que es delante de la superficie en donde vamos a proyectar. Por lo que si tenemos muebles u otros objetos delante de la pared, la instalación del proyector se puede hacer bastante complicada.

Este tipo de proyectores no suelen integrar sistemas de Zoom o movimiento vertical u horizontal. Otro punto negativo si no encontramos el lugar perfecto para ponerlo. Si no lo hacemos bien, no habrá posibilidad de corregir el ángulo o cualquier desperfecto que se produzca por una mala ubicación del dispositivo.

A pesar de que los proyectores cortos y ultracortos tienen buenas funciones de conectividad, podemos tener un problema si queremos emparejar un sistema de altavoces a él. Esto, justamente por la ubicación del propio proyector y por el poco margen de posición que nos permite.

¿Es buena idea comprar un proyector de tiro corto y ultracorto?

La respuesta rápida es sí. Pero dependiendo de factores importantes. Como, por ejemplo, tener espacio suficiente para ubicarlo muy cerca de la superficie en donde vamos a proyectar y sin que estorbe con respecto a muebles u otros objetos que haya en la habitación o estancia. 

Lo ideal para la instalación es tener una pared completamente despejada y sin muebles cerca. De manera que podamos instalar el proyector y un sistema de altavoces para complementar la experiencia. De esta forma, podemos aprovechar las mejores características de este dispositivo y, además, montar un sistema Home Theather en condiciones.

Otros consejos para comprar un proyector

Además de considerar el tipo de chip que tienen, la fuente de luz que utilizan y si se pueden usar a menor distancia de la superficie a proyectar, hay otros factores que definen la compra de un  proyector. Los más importantes son:

Resolución

No todos los proyectores tienen la misma resolución. Por lo mismo, hay que revisar las características del producto en busca de las etiquetas HD, Full HD y 4K. De esta manera, sabremos si el dispositivo nos puede ofrecer la máxima calidad de imagen.

Los proyectores HD pueden alcanzar una resolución de 1280 x 720 y son los que tienen un precio más contenido. Los que tienen Full HD llegan a los 1920 x 1080 y son ideales para ver películas y series con una excelente calidad de imagen.

Finalmente, tenemos el 4K que nos ofrece 3840 x 2160 píxeles con una calidad de imagen superior. Eso sí, tenemos que preparar el bolsillo porque los proyectores con esta resolución son los más caros.

Lumens

Los lumens se refieren a la cantidad de luz que puede emitir un proyector. Mientras más luz emita, mejor contraste habrá y menos afectará la luz que procede del exterior. Sin embargo, no siempre es necesario tener un proyector con la mayor cantidad de lúmenes. 

Si vamos a usar el proyector en una estancia cerrada en donde se recibe un poco de luz por las ventanas, con 1000 a 3000 lumens es suficiente para ofrecer una imagen clara y en buena resolución. De hecho, esta es la medida estándar para proyectores para el hogar.

Ahora bien, si vamos a emplear el proyector en un espacio abierto y en donde hay mucha luz, lo ideal es buscar un dispositivo con 3000 o más lumens. Lo suficiente para que el brillo del dispositivo pueda más que el brillo que proviene del exterior y que podría terminar saturando la calidad de la imagen.

Finalmente, únicamente en casos donde tenemos una habitación o estancia cerrada que no recibe luz del exterior, podemos pensar en hacernos con un proyector de bajo brillo. Con 1000 o menos lumens.

Foto de Dylan Calluy en Unsplash

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