Los sistemas de almacenamiento en la nube son un concepto que llegó de la mano de las nuevas tecnologías, con empresas que ofrecían espacio en sus servidores para guardar todo tipo de archivos. Algo sencillo que requiere una conexión a internet y conocer el protocolo de seguridad del servidor.
Hoy en día muchos servicios y empresas dependen de esta nueva forma de administrar la información. Por lo mismo, la capacidad de almacenamiento se ha transformado en un valor preciado.
Los grandes gigantes tecnológicos saben esto y ofrecen cierta cantidad de almacenamiento gratuito. Sin embargo, para empresas y profesionales tienen planes de pago que permiten acceder a mucha más capacidad. Algo fundamental, si gestionamos grandes cantidades de datos que necesitamos asegurar y respaldar.
En este artículo te hablamos de los principales servicios de almacenamiento en la nube. También te damos consejos para aprovechar al máximo sus funciones.
¿Qué es iCloud?
iCloud es el servicio de almacenamiento en la nube ofrecido por la compañía Apple. Suele estar integrado por defecto en todos los dispositivos conectados de la compañía y permite sincronizar los archivos, además de crear copias de seguridad de nuestros datos.
Además de permitir respaldar información, está conectado a otros servicios importantes como plataforma de correo, Find My iPhone, calendario y recordatorio. Esto, con el objetivo de tener a la mano todos los archivos relacionados.
El plan inicial para usar el servicio es gratuito e incluye 5 GB de almacenamiento. Más que suficiente si gestionas una cuenta de correo relativamente activa y no necesitas hacer copias de seguridad constantemente.
Sin embargo, puede que esta capacidad se quede corta si utilizas iCloud de manera profesional y para guardar grandes cantidades de información.
En ese caso lo mejor será pasarse a iCloud +, el sistema de almacenamiento de pago de Apple. Con él podemos acceder a 50, 200 o incluso 2 TB de almacenamiento en la nube por precios que se mueven entre los 2 y 10 euros.
¿Qué es Google Drive?
Google Drive es un sistema de alojamiento de archivos que fue introducido por Google en el año 2012 y que está vinculado a todas las cuentas del gigante tecnológico.
El hecho de que el almacenamiento esté asociado a la mayoría de herramientas de Google es bastante útil, ya que permite gestionar todo tipo de archivos desde un único lugar.
La interfaz del servicio es muy parecida al sistema operativo de un ordenador, en donde podemos crear y administrar carpetas. En ese sentido, Google Drive funciona como un disco duro externo en donde podemos respaldar toda nuestra información. Eso, además de generar canales privados para compartirla.
A diferencia de iCloud, la nube de Google cuenta con 15 GB de almacenamiento en el plan básico. Con él no tenemos que pagar nada y viene incluido en nuestra cuenta. Sin embargo, podemos contratar planes de pago para aumentar la capacidad. Eso, si movemos mucha cantidad de información.
El plan recomendado por Google es el Basic que ofrece 100 GB de almacenamiento por 1,99 euros al mes. También tiene el plan Estándar que cuesta 2,99 euros al mes y que ofrece 200 GB de almacenamiento. Finalmente, tenemos el servicio Premium con capacidad de 2 TB. Este último, enfocado principalmente a empresas y profesionales.
¿Qué es Microsoft OneDrive?
Microsoft también tiene su propio servicio de alojamiento web incluido en todas sus cuentas de plan básico y se llama OneDrive. Funciona de la misma forma en que lo hace iCloud o Google Drive, con la diferencia de que utiliza una plataforma de la propia compañía y desde la cual podemos acceder a distintas herramientas.
Con Microsoft OneDrive podemos guardar todo tipo de archivos y compartir documentos con otras personas. Además, con nuestra cuenta de Microsoft podemos conectar con otros servicios como Skype o la plataforma ofimática de la empresa.
La capacidad de almacenamiento inicial que obtenemos con una cuenta de Microsoft es de 5 GB. La misma cantidad que ofrece iCloud. Pero podemos acceder a planes de pago para adquirir más capacidad.
Dentro de los planes tenemos OneDrive Standalone que por 2 euros al mes ofrece hasta 100 GB de almacenamiento. También está el plan Microsoft 365 Personal por 7 euros al mes y el Microsoft 365 Familia por 10 euros al mes. Adicionalmente, se ofrecen planes para empresa con valores que se mueven entre los 4 y los 11 euros al mes.
¿Qué hacer cuando el almacenamiento en la nube está lleno?
Independiente del servicio que usemos para almacenar datos en la nube puede que tarde o temprano nos quedemos sin espacio suficiente en él.
El principal motivo es que tenemos guardado muchos archivos pesados que han terminado por colapsar el espacio disponible. Algo que notaremos rápidamente, si utilizamos una cuenta con plan básico.
Aquí es importante recordar las capacidades de las plataformas que ofrecen servicios en la nube. Sabemos que Apple y Microsoft ofrecen 5 GB iniciales en las cuentas con plan básico. Por otro lado, tenemos a Google que nos ofrece 15 GB.
Si nos pasamos de esas cantidades, entonces no nos queda más que contratar un plan de pago para adquirir más espacio de almacenamiento.
Cómo tener más espacio de almacenamiento sin pagar
Ahora bien, suponiendo que hemos agotado el espacio de almacenamiento en la nube y no nos interesa contratar más espacio, la opción es aplicar una serie de consejos para hacer hueco en la capacidad que tiene nuestra cuenta gratuita. Los principales son:
Guardar solo lo esencial
Parece una medida de sentido común, pero necesaria. Hay que analizar cuánta información tenemos en la nube y cuánta de ella realmente es esencial que esté allí.
Por ejemplo, si tenemos archivos de texto o documentos en PDF es importante guardarlos en la nube si necesitamos descargarlos o acceder a ellos desde otros dispositivos.
Sin embargo, los vídeos o archivos demasiado pesados es mejor guardarlos en unidades físicas. Las mejores opciones para ello son los discos duros externos o los pendrives de alta capacidad.
No guardar copias de seguridad en la nube
Es un consejo que se puede aplicar solo en casos en donde estés utilizando cuentas básicas con un mínimo de almacenamiento. Como es el caso de iCloud o Microsoft OneDrive que tienen 5 GB de almacenamiento.
Si tu móvil u otros dispositivos conectados tienen mucha información que respaldar, eso puede ser un problema si tienes un plan básico. Esto, porque cada copia de seguridad puede mover varios GB de un tirón, lo que colapsará en poco tiempo el límite de tu cuenta.
Utilizar múltiples servicios en la nube
Es un sistema que muchas personas emplean y sin necesidad de pagar nada. Lo que hacen es abrir cuentas en varias plataformas con servicio de almacenamiento gratuito y usarlas de forma estratégica según el contenido que van a respaldar.
De esta manera, por ejemplo, podemos usar Google Drive con 15 GB de almacenamiento para las copias de seguridad o los archivos más pesados. Mientras podemos tirar de iCloud o Microsoft OneDrive para los documentos más importantes que pueden estar en formatos livianos como PDF o documentos de texto.
Usar un servidor NAS
Los servidores NAS (Network Attached Storage) son una opción interesante si lo que nos interesa es mantener una copia de seguridad de todos nuestros dispositivos conectados. Más aún, si manejamos mucha información y necesitamos un sitio en donde la podamos tener organizada y a la mano.
¿Qué es un NAS?
Los servidores NAS son dispositivos que funcionan de manera parecida a un ordenador, pero la gran diferencia es que están fabricados para estar siempre encendidos. Esto, porque cumplen el mismo papel que cumpliría un servidor de una compañía de almacenamiento en la nube, pero a una escala menor.
Los NAS se conectan a la red de nuestro hogar y desde ella se pueden comunicar con otros dispositivos conectados. Algo útil para guardar en ellos todo lo que queremos y también para enviar todas las copias de seguridad.
La capacidad de un NAS depende de lo que queramos pagar por él. El valor puede variar desde los 180 o 200 euros por un almacenamiento de 2 TB, pero también los hay de 8 o más TB. En este caso, podemos encontrar NAS por 500 euros e incluso más.
No es una opción barata, pero definitivamente compensa. Especialmente si necesitamos mucho espacio de almacenamiento, pero, al mismo tiempo, no queremos pagar un plan mensual de servicios en la nube. Tarde o temprano el NAS se amortizará y resultará más rentable.
Foto de Elle Cartier en Unsplash