El Apple Watch es uno de los productos estrella de Apple. Fue lanzado en el 2015 y ha tenido una evolución muy interesante en los últimos años. La idea de llevar un reloj en la muñeca que puede ofrecernos información sobre nuestra salud ha sido algo revolucionario. Tanto así que otros fabricantes han seguido el mismo camino y han lanzado sus propios dispositivos inteligentes.
Ahora bien, como todo producto tecnológico, el Apple Watch tendrá un desgaste natural que tarde o temprano afectará el rendimiento del aparato. Lo mismo que sucede con los móviles y ordenadores.
Sin embargo, si esto sucede en el dispositivo de Apple, hay formas de resolver el problema y recuperar su buen funcionamiento.
En este artículo te contamos cuáles son las funciones de este dispositivo, por qué puede volverse más lento y qué podemos hacer para evitarlo.
Qué es y para qué sirve el Apple Watch
El Apple Watch es el reloj inteligente más vendido a nivel mundial. Desde su fecha de lanzamiento ha tenido muchas mejoras y ha pasado por algunos cambios estéticos importantes. Siendo uno de los más atractivos el poder cambiar a voluntad las correas y las esferas. Esto, para personalizar aún más la apariencia de este dispositivo conectado de Apple.
¿Cuál es la función de un Apple Watch?
Parece increíble, pero con un Apple Watch puedes hacer casi las mismas cosas que harías desde un móvil.
En este dispositivo se combinan las típicas características de un reloj de toda la vida con una serie de prestaciones que permiten monitorizar la salud gracias a un eficiente sistema de notificaciones. Algo que no solo nos avisa de eventos relevantes o asuntos de salud, sino también de interacciones que puede haber con otros dispositivos conectados.
Porque sí, el Apple Watch es un producto que potencia sus funciones con ayuda de las conexiones inalámbricas, el emparejamiento por Bluetooth y su sincronización con el iPhone.
Las principales funciones de salud del Apple Watch son:
Frecuencia cardiaca
El reloj de Apple cuenta con sensores especialmente dedicados a medir la frecuencia cardiaca. Algo que se puede activar a voluntad, especialmente en eventos deportivos o actividades en donde necesitamos estar al tanto de esta constante.
El dispositivo incluye un sistema de notificaciones que nos avisa si hemos superado el umbral normal de latidos por minuto. Por lo mismo, si estamos en niveles anormales, nos avisará e incluso podrá crear un informe con estadísticas con la incidencia. Algo que luego podemos llevar a nuestro médico de cabecera.
Detección de caídas
Es una de las funciones más interesantes del Apple Watch y también una que ha salvado vidas. Permite, fundamentalmente, reconocer si la persona que lleva el reloj ha sufrido una caída en cualquier circunstancia. Ya sea por accidente o por un problema de salud.
En este caso, el smartwatch enviará una serie de avisos para que la persona los responda. Si no hay actividad, el reloj podrá enviar notificaciones a otros contactos cercanos para advertir de la situación. En algunos casos, incluso, podrá enviar directamente un aviso a los servicios de emergencia.
Medición de oxígeno en sangre
Otra característica del reloj inteligente de Apple y que permite deducir otros problemas de la respiración o del corazón. Esto, mediante la medición de la saturación de oxígeno. Eso sí, el fabricante aclara que su función no está pensada para uso médico, sino más bien como un sistema de cuidado y bienestar general.
Electrocardiograma
Una función incluida en los modelos más modernos y que permite, literalmente, hacer un electrocardiograma utilizando unos sensores especiales incluidos en el Apple Watch.
Otras características del Apple Watch
Además de las funciones enfocadas a la monitorización de la salud, el Apple Watch cuenta con una completa tienda de aplicaciones para potenciar la utilización de herramientas de música, finanzas y entrenamiento físico.
Por si fuera poco, permite revisar notificaciones de las principales redes sociales, leer correos electrónicos y hasta recibir y responder llamadas telefónicas.
¿Por qué el Apple Watch puede ir lento?
Los motivos por los que el reloj inteligente de Apple puede ir lento después de un tiempo de uso pueden ser muchos. Pero las principales causas son:
Muchas aplicaciones instaladas
La capacidad del Apple Watch no es infinita y si hemos sobrecargado el dispositivo con muchas aplicaciones, esto tarde o temprano volverá más lento el reloj. Además, los procesos en segundo plano pueden interferir en el normal sistema de procesamiento del reloj, alterando su desempeño y perjudicando su rendimiento.
Si esto sucede, veremos atascos al abrir o entrar en otras aplicaciones. También notaremos una respuesta mucho más lenta a la hora de recibir notificaciones y navegar a través del menú del reloj.
No hay suficiente espacio de almacenamiento
Esta causa va unida a la anterior. Si tenemos muchas aplicaciones instaladas, más almacenamiento y memoria necesitaremos.
Pero, como el reloj de Apple tiene recursos finitos, si no calculamos adecuadamente lo que tenemos en él, llegará un momento en donde no vamos a poder instalar nada. Lo peor es que veremos afectado el buen desempeño de a interfaz del reloj.
El sistema operativo no está actualizado
El Apple Watch cuenta con el sistema operativo watchOS que cada cierto tiempo se va actualizando. Esto, para corregir errores y ofrecer parches de seguridad.
No actualizar a tiempo el sistema operativo podría producir problemas en el funcionamiento del reloj. Afectando también su rendimiento.
Apple es consciente de la importancia de este proceso y ofrece la posibilidad de completarlo desde el propio reloj o desde el iPhone. Toda la información sobre este procedimiento la podemos encontrar en su página web.
Cómo mejorar el rendimiento y velocidad del Apple Watch
Así como existen eventos que producen problemas de rendimiento en el reloj de Apple, también hay soluciones para evitarlos.
Si seguimos a rajatabla las instrucciones, podemos mejorar notablemente el funcionamiento del Apple Watch, permitiendo que sus sensores y toda la interfaz fluyan de forma adecuada y eficiente. Entre los principales consejos están:
Eliminar aplicaciones innecesarias
Tal cual como puede suceder con un móvil, el Apple Watch puede verse afectado por la cantidad de aplicaciones instaladas. Por lo mismo, para liberar espacio de almacenamiento y cortar con procesos innecesarios, lo mejor es quitar todas las aplicaciones con tiempo de uso ínfimo.
Aquí el criterio tiene que ser práctico. Si la aplicación que nos hemos descargado en el reloj la usamos una vez al mes y no nos ofrece información realmente trascendente, se transforma en un elemento inútil.
También puede darse el caso que tengamos aplicaciones que utilizamos habitualmente y que también tenemos instaladas en el iPhone u otros dispositivos conectados.
Si es así, no tiene sentido tener la misma aplicación o una extensión de ella instalada en el Apple Watch. En ese caso, lo mejor es quedarse con la del iPhone o resto de dispositivos.
Apagar funciones que no se usan de forma habitual
El Apple Watch cuenta con muchísimas funciones, pero eso no implica que todas sean útiles en el día a día. Por cada función que tenemos activa hay consumo de memoria y rendimiento.
Aquí la clave es reducir al mínimo necesario las características del reloj. Por ejemplo, podemos desactivar el temporizador de lavado de manos si no lo vamos a necesitar. Lo mismo podemos hacer con las notificaciones de entrenamientos, los sistemas de localización y las animaciones que nos muestra el reloj.
Desactivar actualizaciones en segundo plano
Una vez que hemos eliminado las aplicaciones innecesarias, aún nos quedarán algunas que necesitamos. Sin embargo, esto no implica que ellas tengan que estar trabajando siempre en segundo plano o vigilando las actualizaciones.
Esta atención constante de las aplicaciones por verificar si hay algo nuevo para ellas afecta el consumo de la batería y rendimiento del Apple Watch. Por lo mismo, se sugiere desactivar estas actualizaciones en el apartado de ajustes del reloj.
Eso sí, no se recomienda mantener siempre desactivada esta opción. Esto, porque tarde o temprano necesitarán actualizar para seguir funcionando.
En ese caso, podemos activar y desactivar la función cada cierto tiempo, para que el reloj pueda completar algunas tareas. Algo que será mucho mejor que dejar el grifo abierto de las actualizaciones en segundo plano.
Restaurar al estado de fábrica y volver a sincronizar
La recomendación más efectiva, no solo para el Apple Watch, sino para cualquier otro dispositivo conectado. Restaurar al estado de fábrica. Es decir, borrar todo lo que hay en el dispositivo y dejar únicamente el sistema operativo con las aplicaciones básicas que el aparato tenía cuando lo compramos.
Esta solución resuelve la mayoría de los conflictos de software y nos da la oportunidad de volver a configurar las opciones de actualización y notificaciones. Lo mejor de todo es que el reloj cuenta con una opción específica para esto y a la cual accedemos desde el apartado General de los ajustes.
Una vez finalizado el proceso de restauración, podemos volver a sincronizar el Apple Watch con nuestro iPhone. Con esto se habrá resuelto la mayor cantidad de problemas relacionados con el dispositivo y su rendimiento.
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