Dormir con ventilador: cuando la tecnología no es la mejor solución

Aunque parece que la tecnología lo resuelve todo, no siempre es así. Muchas veces un producto puede ser bueno para algo, pero malo para otra cosa. Como lo que sucede con el ventilador. Un artefacto que en breve comenzará a aparecer en muchos hogares españoles para afrontar las oleadas de calor veraniegas.
Es cierto que estar en una terraza a orillas de la playa y sentir la brisa fresca de un ventilador puede ser muy agradable. Pero ese ventilador no será tan agradable si está en nuestro dormitorio y si somos asmáticos o sufrimos de alergia.
En el siguiente artículo te explicamos cuáles son los pros y contras de dormir con un ventilador encendido cerca y por qué es mejor que te lo pienses antes de hacerlo.
Beneficios de dormir con un ventilador encendido
Para ser justos en el análisis de los ventiladores es importante aclarar que, dependiendo del contexto de su uso, pueden tener algunos beneficios que no se pueden pasar por alto. Incluso si se usan por la noche y mientras dormimos. Los principales son:
Producen ruido blanco
Se llama ruido blanco al un tipo de sonido que se muestra constante y sin alteraciones del ritmo. Este aspecto repetitivo del sonido del ventilador produce un efecto relajante e hipnótico en las personas. Algo que ayuda a conciliar el sueño.
Por supuesto, nos referimos a aquellos ventiladores que tienen un sonido discreto y apenas perceptible. No a aquellos que suenan como una nave espacial a punto de despegar.
Refrescan habitaciones y estancias
Es uno de los beneficios más evidentes. La rapidez con la que un ventilador puede refrescar una habitación es proporcional a la satisfacción de los que están en ella. Además, son un recurso relativamente económico comparado con los sistemas de aire acondicionado que requieren más inversión.
Mejora la circulación del aire
Un ventilador no solo ofrece la posibilidad de refrescar una habitación, también mueve el aire que hay en ella. Con ello se evita esa sensación de aire viciado que suele asfixiar a más de alguno por las noches. También se evita que a la mañana siguiente la habitación huela a sudor y otros olores de dudosa procedencia.
Problemas de dormir con el ventilador encendido
Ahora bien, aunque dormir con el ventilador encendido tiene sus beneficios, también puede ser un problema si tenemos problemas de salud o alguna dolencia física previa. En este caso, los principales problemas son:
Empeora las alergias
Como el ventilador mueve el aire en una habitación o estancia, también mueve polvo y cualquier otro elemento que se haya podido colar en ella. Por lo mismo, si somos alérgicos al polvo y no nos hemos preocupado de limpiar la habitación antes de dormir, el ventilador será un arma de doble filo. Esto, porque levantará todo el polvo y hará que nuestra alergia se dispare de forma descontrolada. Lo mismo con el polen o cualquier otro elemento al que seamos alérgicos.
El ventilador también puede empeorar casos de asma. Por tanto no es recomendable su uso en habitaciones con personas que la padezcan.
Seca las fosas nasales
La mucosa de las fosas nasales necesita estar húmeda para que pueda atrapar bichos y cualquier otro elemento extraño que pueda producir problemas al cuerpo. Si se seca, la barrera de protección que tenemos se pierde y, además, el cuerpo se ve obligado a formar una cantidad excesiva de moco que puede producir congestión, obstrucción e incluso dolores de cabeza.
Produce calambres y rigidez muscular
El uso del ventilador mientras dormimos puede producir rigidez muscular y calambres. Especialmente si lo usamos muy cerca del cuerpo. Esto sucede porque el aire frío aplicado directamente en algunas zonas del cuerpo produce que los músculos se pongan tensos.
Sabido es que el frío no es amigo de la elasticidad y mucho menos de la relajación del cuerpo. Por lo mismo, un ventilador muy cerca nunca será una buena idea, especialmente si solemos realizar actividad física de forma periódica.
¿En qué casos es recomendable usar el ventilador mientras duermes?
En casos en donde no tengas antecedentes de salud como asma, problemas respiratorios o alergias que podrían empeorar con el uso de un ventilador. Si es así, es preferible pasar calor por las noches que sufrir problemas de salud.
En la mayoría de los casos, dormir con ventilador es una buena idea si antes reducimos los riesgos que se producen por su uso inadecuado.
Será importante, entonces, usarlos en lugares limpios y en donde no se acumule el polvo. También podemos combinar su uso con una correcta ventilación que permita desplazar el aire hacia fuera de la habitación. De esta forma, evitamos que el aire se sature o el ambiente se enfríe en exceso. Una solución es dejar siempre la puerta interior de la habitación abierta.
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