La tecnología nos sorprende cada día con productos más novedosos, desde portátiles ultra delgados hasta móviles plegables de última generación. Sin embargo, esto que en principio parece todo beneficios, tiene otro lado no tan amable y que es la irreparabilidad.
El gran debate con los nuevos productos tecnológicos es la dificultad que van adquiriendo a la hora de ser reparados. Para algunos, esto tiene que ver la obsolescencia programada y para otros con cuestiones prácticas de diseño.
Plataformas especializadas en la reparación, como iFixit, tienen su propio sistema de calificación para saber qué productos son los más difíciles de reparar.
Los dispositivos más difíciles de reparar
Si se revisa el listado en la página de iFixit, resulta sorprendente ver móviles y dispositivos que prácticamente son imposibles de reparar. Ya sea porque tienen sus partes pegadas entre sí o porque algunos elementos internos están directamente soldados en la placa principal.
Para organizar la lista, iFixit tiene un ranking que va del 1 al 10, en donde 10 es la categoría de productos más difíciles de reparar.
Entonces, en la búsqueda de los dispositivos que se resisten de manera feroz a la reparación tenemos, por ejemplo, el MacBook Pro 16 o el hace poco estrenado Motorola Razr, el nuevo móvil plegable de Motorola. Ambos productos están en la categoría 1 del ranking. Es decir, entre lo más difíciles de reparar.
Otro dispositivo que se lleva la palma por su irreparabilidad es el Samsung Galaxy Fold, el primer plegable de Samsung. Está en la categoría 2 y desmontarlo implica prácticamente destruirlo.
Lo más antiguo parece ser lo más fácil de reparar
Confirmando un poco lo de la obsolescencia programada, en la propia página de iFixit se puede verificar que lo antiguo siempre es más fácil de reparar. Este es el ejemplo del modelo más clásico de la consola PlayStation de Sony. Con más de 25 años y con un nivel de reparación que le ubica en la categoría 8.
Pero también hay excepciones a la regla y encontramos productos relativamente nuevos que son más fáciles de reparar. Como, por ejemplo, el móvil Huawei Mate 30 Pro, que está en la categoría 5 de iFixit. Con componentes modulares que pueden ser reemplazados fácilmente y con un sistema de desmontaje que facilita su reparación.