Las imágenes de coches voladores surcando los rascacielos de las ciudades más importantes se han utilizado durante las últimas décadas como referencia de cómo sería el medio de vida futurista de mediados y finales del siglo XXI. Los avances tecnológicos pueden traer una sorpresa más y acercar ese futuro tan lejano, a tan solo cinco años de distancia.
Detrás de este ambicioso proyecto se encuentra el gobierno de Japón que ha trazado con diversas empresas tecnológicas, un plan para que en el año 2023 salgan al mercado vehículos voladores que se desplacen con normalidad por las zonas urbanas. Ya se ha acordado un presupuesto de 4,5 millones de euros para que esta iniciativa sea una realidad.
Gobierno y empresas tienen el objetivo de que estos vehículos se comercialicen a un precio razonable para que el ciudadano de clase media alta pueda acceder a ellos. Desde las empresas colaboradoras afirman que estos vehículos deben tener un coste para el consumidor inferior al de un helicóptero o un avión, y además, deben ser sencillos de pilotar. Se trata de evitar que sea un producto exclusivo.
Un proyecto que surge a la luz del Skydrive
Uno de los planes más ambiciosos de la industria tecnológica japonesa es el Skydrive. Se trata de un coche volador monoplaza similar a un dron. Esta idea que puede parecer inalcanzable ya tiene siete años. En 2012, el equipo de ingenieros “Cartivator” comenzó a plantear este proyecto con el objetivo de que este coche encienda el pebetero de la llama olímpica de los juegos que se celebraran en 2020 en el país del sol naciente.
Actualmente, existen dudas sobre si se podrá cumplir este último objetivo para el que tan solo queda un año y medio. Sin embargo, el gobierno japonés junto a Toyota, que ha invertido grandes cantidades para tener un peso en el proyecto, y otras empresas colaboradoras están tratando de llegar a un acuerdo con la organización de los juegos. Hoy en día, están trabajando más de 400 personas en la creación del Skydrive que puede ser la sorpresa de las próximas olimpiadas.
Los Juegos Olímpicos serán decisivos
El primer paso del plan es que el Skydrive encienda la llama olímpica, una vez que este objetivo se haya alcanzado se pondrá en marca el siguiente movimiento que será la salida al mercado del vehículo en el año 2023. El gobierno japonés está dispuesto a crear nuevas infraestructuras y leyes que regulen el tráfico de estos vehículos.
Aunque las sensaciones son positivas, todavía existen dudas, sobre todo por su producción y precios. Los ingenieros sitúan la salida al mercado en 2026 y a un precio muy elevado, pero el gobierno nipón, Toyota y el resto de colaboradores planean adelantar estos plazos para situarse en la vanguardia tecnológica de la automoción. El tiempo dirá si logran sus objetivos.