Tener una casa en donde los riesgos estén controlados es mucho más fácil con el uso de algunos dispositivos tecnológicos. Dentro de la lista tenemos los detectores de humo y gas que pueden avisarnos de antemano sobre cualquier alteración en nuestra vivienda. Ya sea por un escape de gas, mal funcionamiento de uno de los aparatos que tenemos instalados o, en el peor de los casos, por un incendio.
Sin embargo, para elegir un buen detector de humo y gas es importante conocer algunos detalles de su funcionamiento. También debemos saber el tipo de tecnología inalámbrica que tienen. Esto último será clave para confirmar si son compatibles con el sistema domótico que tenemos en casa.
Presta mucha atención al siguiente artículo en donde te explicamos cómo elegir el mejor detector de humo y gas.
¿Qué es un detector de humo y gas?
Los detectores de humo y gas son dispositivos provistos de un sensor que es capaz de percibir cualquier alteración en el ambiente. Como, por ejemplo, la existencia de humo o un agente químico que en concentración alta puede ser peligroso para la salud.
Para que este tipo de dispositivos puedan funcionar de manera correcta deben contar con un sensor muy sensible. De ahí la importancia de instalarlos en lugares estratégicos y en donde no reciban señales que sin ser peligrosas podrían activar innecesariamente su sistema de alarma y notificación.
¿Dónde colocar los detectores de humo y gas?
Lo primero que debes saber antes de instalar un detector de humo es algo que aunque parece evidente es necesario recordar.
Un dispositivo de estas características no se puede instalar encima de focos de humo o gas que emanan de forma natural durante alguna tarea o labor en casa o en el lugar de trabajo.
Por ejemplo, no se puede poner un sensor de humo justo arriba de la campana de la cocina o por encima de donde cocinamos los alimentos. Esto, porque esta es una zona que emite humos de forma cotidiana y podría activar fácilmente el detector, sin que esto signifique que estamos ante una emergencia.
Lo mismo sucede si tenemos un taller en casa en donde sabemos que por determinadas tareas emitiremos algún tipo de gas producto de la labor que realizamos. No es recomendable poner el detector justo encima de nuestra zona de trabajo.
La idea, al igual que con el detector de humo, es ubicar estos dispositivos en zonas cercanas, que permitan controlar el exceso anormal de humo y gases. De esta forma, si la cantidad de humo o gas no es normal en una estancia, el sensor lo detectará y podrá emitir un aviso de emergencia.
Por otro lado, al realizar la instalación de un detector de humo o gas, lo mejor es ubicarlos en el techo. Esto porque tanto el humo como los gases tienden a subir y es en esta posición en donde el detector funcionará correctamente, activando la alarma en caso de un exceso de agentes nocivos para la salud. También es importante que no existan obstáculos u objetos que bloqueen el detector.
Tampoco es recomendable instalarlos cerca de salidas de aire acondicionado o salidas de aire caliente que podrían desviar el humo y los gases, impidiendo que el sensor los detecte adecuadamente.
Tipos de detectores de humo
Si revisamos los detectores de humo que existen en el mercado podemos constatar la existencia de dos tipos. Los ópticos o fotoeléctricos y los que funcionan por ionización.
Los primeros detectan el humo porque son capaces de percibir los cambios en la luz que este produce en una estancia. Por lo mismo, si la luz de una habitación se oscurece por una cantidad anormal de humo, el sensor del detector saltará. Los segundos pueden percibir partículas muy pequeñas que, en algunos casos, no producen alteraciones en la luz. Por lo que pueden tener un nivel de sensibilidad mayor que los ópticos o fotoeléctricos.
Eso sí, ojito con los sensores que funcionan por ionización. Al ser más sensibles se debe elegir muy bien su ubicación porque podrían ser propensos a dar falsas alarmas.
Tipos de detectores de gas
Entre los sensores de gas disponibles en el mercado tenemos los individuales y los multigas. Los primeros vienen preparados para detectar un solo tipo de gas, mientras que los segundos pueden percibir varios tipos de gas.
Para la detección de gases existen varios tipos de sensores. Están los sensores electroquímicos, los semiconductores de óxido metálico, los infrarrojos, ultrasónicos y los catalíticos. De estos, los más utilizados a nivel doméstico son los catalíticos. Funcionan con un sistema que puede oxidar el gas presente en el ambiente y con ello identificar el tipo de amenaza que tiene según su concentración en la estancia.
En este caso e intentando reducir las amenazas al máximo, lo ideal es elegir un detector multigas. De esta forma nos aseguramos que el sensor esté preparado para percibir gases como el propano, butano e incluso aquellos producidos por carbón u otros materiales inflamables.
Cabe recordar, además, que los gases se pueden producir en el propio hogar, pero también pueden venir desde el exterior. Algo a tener en cuenta, por ejemplo, en edificios o comunidades en donde los gases y el humo se pueden propagar por varias viviendas a la vez.
Detector de humo y gas combinados
En el mercado existen detectores que incluyen sensores para la detección de humo y gas. Todo en un solo dispositivo. Un ejemplo de ello es el Nest Protect de Google que por tan solo 129 euros ofrece un sensor de humo y monóxido de carbono.
Lo interesante de este tipo de sensores es que se pueden emparejar con otros dispositivos conectados como el móvil. Así, por ejemplo, si no estamos en casa y hay un problema con humo o gas, se nos puede enviar una alerta al móvil para resolver el problema o avisar a los vecinos.
Los detectores de humo y gas combinados tienen precios que van desde los 25 a los 150 euros. Esto, dependiendo de la cantidad de gases que puedan detectar y el tipo de tecnología incluida en los sensores. También suma que sean inteligentes y se puedan conectar con el móvil para enviar notificaciones y alarmas.
Cómo elegir el mejor detector de humo y gas
Para elegir un detector de humo, gas o ambas cosas a la vez, lo principal es tener claro el tipo de tecnología de detección. Luego, si lo que queremos es detectar varios gases, lo ideal es tirar por las opciones multigas.
De todas formas, la mayoría de los detectores que ofrecen detección combinada se enfocan por sobre todo en los gases habituales que podrían estar presente en la mayoría de viviendas. Estos son el propano, el butano y gas natural de cañería. Si no tenemos gas de cañería, entonces podemos decantarnos por la opción que detecta solo butano y propano. De esta forma vamos descartando opciones en función de nuestras necesidades.
En el caso de los sensores de humo, los más comunes son los fotoeléctricos y los electroquímicos. Que son los que suelen estar incluidos en el paquete combinado de detección de humo y gases.
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