La tecnología avanza y trae consigo muchos beneficios, pero también trae dilemas y desafíos relacionados con la seguridad de las personas. Internet se ha transformado en un gigantesco centro comercial en donde es posible comprar y vender todo tipo de productos y servicios. Pero ¿cuánta regulación existe al respecto? ¿Con qué protección cuentan los consumidores? ¿Es seguro pagar por internet?
En el siguiente artículo te contamos qué es lo que debes saber para protegerte en internet. También te explicamos cuáles son las medidas que han adoptado las empresas y bancos para proteger tus transacciones en línea.
Seguridad y sentido común
Si quieres aprovechar el poder de internet para comprar y vender productos o servicios, puedes aplicar una serie de recomendaciones que te pueden ahorrar dolores de cabeza. Algunas, incluso, están inspiradas en el sentido común. Las principales son:
Fijarse en el protocolo HTTPS
Siempre cuando navegues por internet para comprar productos o servicios debes fijarte en la URL de la página que estás visitando. La URL es la dirección que te aparece en la barra del navegador cuando estás mirando esa web.
Aquí lo que más interesa es que aparezca el protocolo HTTPS. Esto quiere decir Protocolo Seguro de Transferencia de Texto e indica que la página web a la que estás accediendo está cifrada y tiene sistemas destinados a proteger la integridad de los datos que compartas con ella. Ya sea nombre, número de tarjeta y cualquier otro dato financiero.
El sistema HTTPS también incluye un sistema de autenticación, en donde se confirma que el usuario que está accediendo a los servicios de la web eres tú y no otra persona que se está haciendo pasar por ti desde otro ordenador.
Hoy en día todavía quedan algunas páginas webs sin este protocolo y que aparecerán con una URL Http, sin la S final. Dependiendo de su contenido pueden ser seguras. Pero si hablamos de tiendas o lugares en donde debes comprar, el requisito de tener Https en la URL es algo indispensable.
Tener contraseñas largas y complejas
Parece algo obvio, pero tener contraseñas largas y complejas es una buena idea si queremos reforzar la seguridad en nuestras transacciones.
Por lo mismo, ya sea la clave de nuestro banco, la de Amazon o cualquier otro sitio en donde compremos, lo importante es añadir en ella letras minúsculas, mayúsculas, números y símbolos. No sirven contraseñas como 1234 o la fecha de cumpleaños, que fácilmente se podrían deducir si alguien es listo o tiene acceso a detalles de nuestra identidad.
Es necesario elegir combinaciones de palabras o letras inconexas y, en lo posible, que no hagan referencia a nuestras vidas.
Aprender conceptos básicos de ciberseguridad
La ciberseguridad es el nombre que recibe la práctica destinada a proteger y mantener a salvo la información en los ordenadores. Por lo mismo, si tú usas un ordenador, móvil o dispositivos conectado a internet, deberías tener un mínimo de conocimiento de ella para entender algunos términos que definen amenazas comunes en internet.
Saber sobre ciberseguridad implica conocer conceptos como virus, troyanos, ramsomware y botnets, por ejemplo. Y en el ámbito de las transacciones a través de internet, implica saber que es el Phishing, el Smishing o el Vishing.
Si ninguno de estos conceptos te suena es porque necesitas urgente una clase de ciberseguridad. Algo que además, te ayudará a comprar y vender de forma segura en internet.
¿Qué hacen los bancos e instituciones financieras para protegernos en internet?
Los bancos e instituciones financieras también tienen responsabilidad en la seguridad en internet. Por lo mismo, cuentan con sus propios protocolos de seguridad para que sus usuarios puedan acceder a sus servicios de forma privada.
Dentro de las funciones que aplican para permitirnos entrar en nuestras cuentas o hacer compras está la autenticación en dos pasos. Un sistema que permite confirmar nuestra identidad mediante el envío de un SMS a nuestro teléfono.
El mensaje contiene un código privado que deberemos poner en la página del banco o servicio que estemos utilizando. Una vez que ingresamos el código se permite el acceso a la página o se aprueba la compra de un producto o servicio.
Otras de las funciones que aplican los bancos tienen que ver con los protocolos de seguridad de sus páginas webs. Todas las páginas de entidades financieras y bancos tienen el Protocolo HTPPS. Además, la mayoría incorpora sistemas de encriptado adicionales para reforzar la seguridad. Por lo mismo, es muy importante comprar y vender solo con entidades que trabajen con estos protocolos.
Por último, en el caso de los bancos, tenemos la posibilidad de usar tarjetas virtuales o de prepago. Tarjetas que se pueden recargar con pequeñas cantidades de dinero. Esto, para usarlas en webs de las cuales no tengamos mucha referencia.
De esta forma, si la página es un fraude, no podrán acceder a nuestra cuenta bancaria original porque la tarjeta virtual actúa como cortafuegos. Además, como está cargada con una pequeña cantidad de dinero, no hay peligro de perder la cantidad total que tenemos en el banco.
Este tipo de tarjeta se recomienda para todo tipo de compras en internet. La tarjeta de débito o crédito solo se debe usar en comercios electrónicos reconocidos o instituciones con muchos protocolos de seguridad.
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